Parece que vamos a entender a la mala que lo relevante no es que las conductas o contratos sean santificados en Chile; deben –además– serlo fuera de nuestras fronteras. Si una autoridad o tribunal chileno desconoce o no quiere ver alguna irregularidad, nada asegura que estas pasen piola en Estados Unidos o Europa, menos en el mundo actual.
Hace pocos días la Comisión Europea (CE) impuso una multa de 395 millones de euros a varias empresas de transporte marítimo, entre ellas, la Compañía Sudamericana de Vapores (CSAV), por incumplir las normas de competencia de la Unión Europea (UE). Las empresas en cuestión –CSAV, K Line, MOL y NYK (japonesas), WWL y EUKOR (noruega y sueca)– participaron en un cartel para el traslado marítimo intercontinental de vehículos nuevos, camiones y otros, entre Europa y otros continentes, en el período octubre 2006 y septiembre 2012. La investigación reveló que los gerentes se reunían en sus respectivas oficinas, restaurantes, bares y otros encuentros sociales, además de mantener contacto telefónico, con el fin de coordinar precios, repartirse clientes e intercambiar información "sensible", como los cargos y recargos añadidos a los precios con el objetivo de compensar las fluctuaciones del tipo de cambio o del petróleo. Resumen: el objetivo fue mantener el cómodo statu quo y “respetar” los negocios tradicionales de cada empresa en determinadas rutas o clientes. Resultado del cartel: afectó tanto a los importadores europeos de vehículos como a los consumidores finales europeos. Todas las firmas reconocieron su implicación y acordaron resolver el caso. CSAV deberá pagar 7 millones de euros. ¿Qué dijo la compañía? Que la sanción impuesta fue basada en un acuerdo alcanzado con la Comisión y que la multa asignada corresponde al 1,8% del total de las multas; además, "dicha sanción no tendrá efectos en los resultados de la Compañía, al estar ya considerada en la provisión (…) en los estados financieros (…) de 2013 y que fueron informados al mercado (…) ese mismo año". Finalmente, tras señalar que se prestó toda la colaboración en la investigación, la compañía adoptó “prontas y efectivas medidas” para cesar este tipo de conductas. En los medios escritos, la noticia salió bastante “discreta”. Y, además, en buena fecha. Piola. ¿Caso cerrado? ¿Por qué son las autoridades Estados Unidos y Europa las que logran investigar y sancionar un ilícito, y no las de Chile, a pesar de que las autoridades nacionales tienen un cuerpo legal y herramientas para actuar similares? ¿Acaso en Chile no se vieron perjudicados también los importadores de vehículos y los consumidores finales, tras limitar la competencia y pagar un costo mayor por flete, entre otros cargos? ¿No deberían pagar, entonces, CSAV y los otros, una multa por dicho excedente expropiado en Chile? Ah, se me olvidaba que puede que estos actos estén prescritos. El caso CSAV no es aislado. LAN reconoció años atrás ante el regulador antimonopolio americano haber participado en un cartel en la industria de carga internacional. En Estados Unidos pagó casi USD 100 millones. Sí, de dólares, no de pesos. En Chile esta causa se archivó. Posteriormente, LATAM (ex LAN) fue nuevamente investigada por el regulador americano y se obligó ante la SEC y el DOJ a pagar USD 20 millones frente a eventuales irregularidades. Y el numerito del error en la forma de registro del “pago” aquel en Argentina, ni a Scorsese se le habría ocurrido… ¿Puede la Comisión para el Mercado Financiero (CMF, ex SVS) lavarse las manos? La transparencia del mercado va más allá de informar en Hechos Esenciales y hacer las respectivas provisiones contables. Se trata, también, de asegurarse que el directorio tome los resguardos respectivos en materia de competencia; se trata, asimismo, de oficiar a las compañías en las cuales, de acuerdo a la propia investigación que debería hacer la CMF, existen sospechosas y peligrosas imperfecciones en los mercados en los que operan. En definitiva, se trata de anticiparse a la labor investigativa y sancionatoria de la FNE mediante la prevención, por lo menos en las empresas listadas en bolsa. Una verdadera transparencia y protección a los accionistas e inversionistas en general. Y aquí sí que estamos al debe. Bancos, Retail, Farmacias, Telefonía, Servicios Básicos, Leche, Uva Vinífera… ¿le suena la palabra abuso? Recordemos que en economía la palabra abuso no existe como concepto; sí existe la expresión “imperfecciones del mercado”. Mientras tanto, parece que seguiremos viendo cómo Estados Unidos y la Unión Europea hacen la pega, más allá de sus fronteras… cobrando millonarias multas, mientras acá los ejecutivos reciben galardones, discursean sobre ética empresarial en Icare, dan sendas entrevistas en el diario regalón, y aparecen en las páginas sociales entregando un cheque a una fundación. Mal que mal, harto burros parece que somos. Parece que vamos a entender a la mala que lo relevante no es que las conductas o contratos sean santificados en Chile; deben –además– serlo fuera de nuestras fronteras. Si una autoridad o tribunal chileno desconoce o no quiere ver alguna irregularidad, nada asegura que estas pasen piola en Estados Unidos o Europa, menos en el mundo actual. Por cierto, creer que la empresa está inmune a ello porque no tiene listada sus acciones o no ha emitido bonos en Nueva York, a esta altura es bastante ingenuo; basta cualquier conexión, por mínima que sea, a un mercado del primer mundo, para que un pit bull americano, un bulldog inglés o un pastor alemán, metan sus narices. Esos perros agarran y no sueltan. Iván Rojas B.